Durante cuatro años, Lali Espósito y Peter Lanzani fueron mucho más que una pareja mediática: fueron el romance que marcó a toda una generación. Desde su encuentro en 2006 durante las grabaciones de Chiquititas, hasta el fenómeno juvenil Casi Ángeles, la relación entre ambos fue seguida con devoción por millones de fans que aún hoy recuerdan con cariño a “Laliter”, el apodo con el que se los bautizó en redes y revistas.
En la ficción interpretaron a Marianella Rinaldi y Thiago Bedoya Agüero, y fuera de cámaras protagonizaron una historia de amor que se volvió casi tan icónica como sus personajes. En plena efervescencia mediática, se dedicaban declaraciones públicas de amor y eran inseparables en eventos, estrenos y giras. “Nos amamos como cualquier hijo de vecino”, decía Lali en una entrevista en 2008, mientras Peter aseguraba: “Siempre la quise y siempre la voy a querer”.
Sin embargo, en 2010, con el cierre de Casi Ángeles, también llegó el fin de la relación. En aquel momento, ambos optaron por el silencio. La ruptura fue descrita como “amistosa”, pero los motivos reales se mantuvieron bajo siete llaves… hasta ahora.
Los verdaderos motivos de la ruptura
Quince años después, fuentes cercanas a ambos confirmaron que la separación no fue por desamor ni escándalos, sino por la necesidad de espacio personal. Tras compartir intensamente el trabajo durante años —primero en la televisión y luego en las giras de Teen Angels—, Lali y Peter comenzaron a sentir que necesitaban reencontrarse con sus propias identidades, lejos de la mirada constante del otro.
A esa convivencia laboral casi permanente se sumaba la presión mediática. Eran adolescentes intentando mantener una relación estable bajo los flashes de la fama, y con los vaivenes emocionales típicos de la edad. Hubo idas y vueltas, momentos de crisis y reconciliación, hasta que, finalmente, decidieron dar un paso al costado para crecer por separado.
El vínculo que perdura
Pese a la ruptura, Lali y Peter lograron algo poco común en el mundo del espectáculo: conservar una amistad sincera. Compartieron escenario hasta 2012, cuando terminó Teen Angels, y a lo largo de los años mantuvieron un vínculo de admiración mutua. Peter incluso participó en el videoclip de Lali, Mi fiesta, y fue uno de los primeros en celebrar sus shows multitudinarios, como el que la cantante brindó en el estadio de Vélez.
Hoy, cada uno ha construido una carrera sólida por su cuenta: Lali brilla en la música y la actuación, y Peter se consolidó como uno de los actores más talentosos de su generación. Pero para sus fans, “Laliter” sigue siendo un recuerdo imborrable. Y con la verdad finalmente revelada, muchos sienten que pueden cerrar esa historia con una sonrisa nostálgica. Porque algunas historias de amor no necesitan un final feliz para ser inolvidables.